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lunes, 3 de diciembre de 2012

Especie evolucionada.


¿Cómo crees que sería un ser perfecto? ¿Existe acaso humano que reúna todas las cualidades éticas y estéticas, unido a un estado psicológico en permanente  equilibrio, un funcionamiento perfecto del metabolismo, gran desarrollo intelectual y cognitivo y  que además le hagan excepcional  por su capacidad de perdón, bondad y generosidad?

No existe tal ser. Quizás sea complejo poseer todas las virtudes y cualidades y, esa misma complejidad, haga que sea imposible conseguirlo.

Creo que en un futuro, podría ser posible  lograr algunas de las parcelas perfectas del hombre. ¿Si pudieras elegir una de ellas, por cual te todas te inclinarías? 

Creo que la tecnología simplificada, sencilla, perdura más tiempo. Los avances tecnológicos deberían regirse por funcionamiento práctico. Estoy segura que el mundo sería mejor si los sistemas de estudios se enfocaran a desarrollar el potencial de cualidades innatas del individuo. 

Si pudiera elegir, tuviera una segunda oportunidad, volver a visitar mundos iguales o diferentes a los de la tierra, desearía que el planeta en el que viviera se dedicara rica y plenamente "sin límites" a la investigación científica y tecnológica, beneficios no exclusivos para el hombre, sino que la investigación, se aplicara a cada partícula, a cada micra de materia viva que nos rodea. Aquella que de manera permanente contribuye a darnos vida y no pensamos en ella. Estamos plenamente rodeados de seres evolucionados, que ignoramos…sin recabar en su presencia. 

Tendemos a investigar como objetivo principal, ver más allá, lo exterior, salir fuera de la cúpula esfera que nos rodea. Somos intrépidos e inconscientes, muy osados por aspirar a alcanzar cimas inalcanzables, sin aplicar el estudio previo del esfuerzo, ir paso a paso, escalar roca a roca con sus dificultades, hasta alcanzar la cima.

¿No sería más prudente y enriquecedor conocer cada ser vivo que vive en el planeta, cada especie vegetal, comportamiento del agua y la tierra? ¿Por qué no se investigan los sentimientos, la genética e inteligencia de vegetales que durante milenios de evolución nos han acompañado? Si el ser humano invirtiera  sin límites en investigación para conocer  la sensibilidad de las plantas y pudiéramos contactar con su inteligencia…el ser humano daría un verdadero salto revolucionando sus neuronas.

Si pudiéramos entender el lenguaje de los animales…si nos pudieran transmitir su riqueza, lo que guardan sus mentes evolucionadas, siempre paralela a nuestro desarrollo… nuestros conocimientos  serían tales, que vería posible saltar a lugares recónditos, lugares cuya evolución sea diferente a la tierra.

No nos asustaríamos al ver seres diferentes, entenderíamos su adaptación al medio…aunque para nosotros  sus recursos de vida fueran insalubres o inertes.

Si antes de dar el salto, pudiéramos tener recogida  toda la evolución, pensamientos y sentimientos de la materia viviente que nos acompañó perpetuamente, tendríamos tanta riqueza, que consideraría vivir en un planeta privilegiado.

El conocimiento, la sabiduría, el enriquecimiento que da el saber, fortalece más que ninguna otra cosa alcanzada por el hombre y los humanos sentiríamos mayor seguridad  al curiosear el oscuro cosmos que le rodea.

 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Humanos y Chamanes.


Han pasado más de doce años que no coincidimos. Cada diez años más o menos tenemos un encuentro casual y aprovechamos para hablar sin profundizar en acontecimientos que han contribuido y marcado nuestro destino.


Cuando lo vi después de haber pasado tantos años, no lo reconocí, fue él quien me llamó para saludarme. Los años no pasan sin poner su sello: piel gastada, caída de cabello, obesidad, alteraciones de la visión…y aquellas otras silenciosas, que no se ven por fuera “las engañosas” que van haciendo camino en el más absoluto silencio y, un día afloran tocando el tambor. Con lealtad a la élite de alteraciones metabólicas se unen seguidillas, vienen acompañadas, caen en cascada una a una en tonos de sainetes.


Envejecemos, unos más por fuera que por dentro. Sufrimos daño del metabolismo interno y también externo. Nadie se libra, todos caemos antes o después como hojas deshidratadas. Perdemos el agua que nos mantiene frescos, nos deja quebradizos, porosos la piel y los huesos, dejamos atrás esa tersura de juventud y lozanía.

¡Claro! Yo también he envejecido, quizás pudiera ser que tenga más memoria visual que yo, por eso me reconoció al instante en que me vio.

Mira, al final me casé, tengo un hijo de veintitantos años…me divorcié, comenta.

¿Estás libre, te casaste o vives con alguien? pregunta: "Por aquellos años vivía sin pareja". Dice, ¿qué tal si cenamos y hablamos? bien, respondo, me parece bien.

En la cena se desahoga. Guarda resentimiento, se le ve dolido por el cruel trato recibido por su ex-mujer. Descarga ira y rabia. Siente que fue tratado duramente por ella. Le escucho, no puedo hacer otra cosa que dejar que su corazón mitigue parte del dolor que guarda.

Después de haber descargado, sin pretender ofender, sólo cuatro palabras le digo. Calla unos minutos, no me mira ni responde, ¿te encuentras bien? le pregunto. Por un momento creí que se levantaría y abandonaría el restaurante…pero calla, pega un sorbito al vino.

Parece que esté pensando, que medite…sigue sin hablarme. Al cabo de estar minutos en silencio me dice muy serio. No me vuelvas a repetir jamás lo que me has dicho. Lo que acabas de decir, sólo me lo ha dicho otra persona en mi vida; además de tu.

Me cuenta: Viajando en grupo por asuntos de trabajo en un poblado de África, cierta noche comentan los lugareños del lugar, que en un poblado vecino vive un chamán, así que el grupo fue a visitarlo. El principal objeto era conocer, ver de cerca a un ser de prestigio, reconocido por sus poderes. Otro motivo sería la curiosidad, conocer la veracidad de sus videncias o predicciones.

El chamán, en privado fue diciendo a cada uno de ellos lo que consideraría. Cuando le tocó el turno, sólo le dijo las cuatro únicas palabras que minutos antes yo le dijera.