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miércoles, 13 de noviembre de 2013

Hija del agua.

Hoy ojeando el periódico digital ABC.es, en el apartado “ciencia” he leído una noticia curiosa. Existen empresas que dan la posibilidad de poder elegir "tu entierro espacial por 1.475 euros”. Existe pues la opción si “deseas y puedes costear” que una vez incinerado, las cenizas puedan pasear por la estratosfera, antes que, de nuevo, el polvo se integre y forme parte de la tierra.

Pagar por nada…es como un reconocimiento póstumo ¿de qué te sirve si no lo vives? Pagar para que tus cenizas, restos de tu existencia puedan vagar unas horas o días por el espacio lo considero del todo inútil. Una vez te hayas ido ¿qué sentido tiene pagar para no vivirlo?  No creo que sea rentable sacar beneficio  a las cenizas.

Otra cuestión sería (Imposible en nuestra estrechada mente) que hubiéramos alcanzado un alto nivel de conciencia. Que nuestro avance sea tal, que se diera la oportunidad al ser humano antes del fallecimiento que pudiera elegir dónde y cómo desea irse. 

Podría entonces entenderse que uno sacara el último billete. Un viaje de ida en el que viajarás igualmente solo, con la ventaja de irte acompañado de gran paz, admirando gran belleza. Que el único pensamiento al contemplar el lugar que pisaste sea reconocer  lo insignificante que somos ante el inmenso universo que nos rodea. Reconocer y agradecer el milagro de haber formado parte de él. Reconocer y  agradecer al agua y a la tierra, verdaderos engendros de vida, que hayan sido progenitores de nuestra  existencia.