www.relatosdepatricia.blogspot.com

lunes, 18 de agosto de 2025

Manifiesto desde las cenizas

 

Cuando arde un bosque, no solo se quema la tierra. Se quema la vida. Se quema el alma del planeta. Y lo más doloroso es que los primeros en morir son los que no tienen voz:

  • Los animales que no pudieron escapar.

  • Los árboles que tardaron siglos en crecer.

  • Los ecosistemas que jamás se recuperarán.

Cada incendio forestal, cada monumento en llamas, cada paisaje devorado por el fuego es una prueba de:

  • La debilidad humana.

  • La fragilidad política.

  • La ceguera institucional ante las necesidades reales de la población y del planeta.

¿Dónde fallamos?

No hemos cuidado nuestros montes, nuestras tierras, nuestras ciudades. Hemos ignorado los avisos, las alertas, las advertencias científicas. La lleva años anunciando los drásticos cambios, y aún así seguimos sin prevenir, sin proteger, sin priorizar.

La tecnología existe… ¿por qué no se aplica?

Hoy día la ciencia dispone de soluciones:

  • Satélites

  • Drones

  • Inteligencia artificial

  • Barreras cortafuegos

  • Sistemas de riego inteligente

Estas técnicas son eficaces, probadas y disponibles. ¿Por qué no están al alcance de todos? ¿Por qué no se subvencionan, se democratizan, se aplican como prioridad absoluta?

Bomberos: héroes sin escudo

Sí, se facilitan medios, pero insuficientes. Y mientras tanto, los bomberos arriesgan su vida en cada misión. Un trabajo de bombero no debería significar entregar su vida. Deberían estar protegidos por la mejor tecnología, respaldados por sistemas que anticipen el peligro, que prevengan el desastre, que salven antes de que sea demasiado tarde.

¿Por qué no actúan los gobernantes?

Porque el fuego no quema a quienes deciden desde sus despachos. Porque los animales no votan. Porque los árboles no tienen lobby.

Nuestra exigencia

  • Priorizar la vida por encima del presupuesto.

  • Subvencionar tecnologías de prevención como inversión esencial.

  • Proteger la fauna silvestre como parte vital del ecosistema.

  • Escuchar a la ciencia, no solo cuando hay víctimas.

Este manifiesto nace del dolor…

…pero también de la convicción de que sí se puede proteger el planeta, si se deja de mirar hacia otro lado. La convicción de que la vida merece más que humo y cenizas.


domingo, 17 de agosto de 2025

Poema "Cuando el silencio clama"

 

Este texto nace de una necesidad íntima: la de nombrar lo que no se dice, lo que se siente en silencio.

A veces, acompañar no significa estar de acuerdo, ni admirar, ni aplaudir. A veces, acompañar es simplemente quedarse, sin ruido, sin espectáculo. Y eso también tiene valor.

Poema: Hay días en que el mundo me pesa como si cada incendio rozara mi piel, como si cada criatura herida dejara  en mi pecho su dolor.

El agua que otros olvidan la guardo en silencio, como si pudiera sanar con ella lo que ya no se ve.

Y mientras tanto, vivo rodeada de seres que escuchan mis ecos pero no mi voz, que esperan que el mundo se acomode a sus contornos. 

Hay quienes necesitan aplausos para sentirse vivos, y no comprenden el valor de una presencia que no aplaude, pero acompaña.

No es falta de amor, ni de admiración, es otra forma de estar: más quieta, más profunda, menos ruidosa.

He aprendido a callar sin rendirme, a actuar sin ruido, a construir una isla invisible donde nadie me vigila, donde puedo escribir sin tinta, pintar sin papel, respirar sin presión.

En esa isla, los animales no sufren, el fuego no arrasa, y el agua me acaricia y canta.

Y yo, aunque sensible, aunque herida, me reconstruyo.

A veces, el mayor gesto de amor es no aplaudir, sino quedarse.

viernes, 15 de agosto de 2025

“AÑO 2050 FASE II”

 

En el año 2013 publiqué un relato titulado AÑO 2050, una visión futurista sobre la exploración espacial, las naves autosuficientes, la robótica avanzada y los dilemas éticos que podrían surgir al colonizar nuevos mundos. Lo que entonces parecía ciencia ficción, hoy comienza a tomar forma real.

Recientemente se ha anunciado el proyecto Chrysalis, una nave colosal de 58 kilómetros de largo, diseñada para transportar a 2.400 personas en un viaje multigeneracional de 400 años hacia Alfa Centauri. El diseño incluye ecosistemas bioregenerativos, control estricto de natalidad, entrenamiento extremo en la Antártida, y una comunidad sin jerarquías. Todo lo que imaginé hace más de una década aparece ahora en los planos de ingenieros, arquitectos y científicos que trabajan para convertirlo en realidad.

Este nuevo relato, AÑO 2050 FASE II, continúa la historia original, integrando las sorprendentes coincidencias con el proyecto Chrysalis dentro de una narrativa que reflexiona sobre el destino humano, la fragilidad de la razón y los misterios que aún nos esperan más allá de las estrellas.

 

El eco de Alfa Centauri

Cuando se anunció el proyecto Chrysalis, muchos lo vieron como el inicio de una nueva era: una nave de 58 kilómetros, construida en el punto L1 entre la Tierra y la Luna, capaz de albergar a 2.400 personas en un viaje de 400 años hacia Alfa Centauri. Una ciudad flotante, con gravedad artificial, ecosistemas cerrados, control de natalidad, entrenamiento extremo en la Antártida, y una comunidad sin jerarquías. Todo parecía nuevo. Todo parecía visionario.

Pero en una biblioteca digital olvidada, un relato publicado en 2013 comenzó a circular entre los ingenieros del proyecto. Hablaba de naves autosuficientes, de familias enteras viajando por décadas, de niños superdotados entrenados desde la infancia, y de robots con intuición. Describía un planeta que parecía muerto, pero que al caer la tarde se transformaba en un jardín venenoso. Frutas que deformaban cuerpos humanos hasta convertirlos en vegetales conscientes. Decisiones imposibles, como abandonar a los propios en tierras desconocidas. Y el dolor de los hijos que no comprendían el abandono.

Las coincidencias eran inquietantes.

En Chrysalis, los primeros tripulantes entrenarían durante 70 años en la Antártida, simulando el aislamiento extremo. La nave se construiría en equilibrio gravitacional, con un ecosistema bioregenerativo que recicla aire, agua y residuos. Robots harían gran parte del trabajo. Las paredes mostrarían paisajes terrestres para preservar la salud mental. Y los que subieran al principio… no llegarían al destino.

Todo estaba en el relato.

Algunos lo llamaron profético. Otros, una casualidad inquietante. Pero los astronautitas —los niños que crecerían en la nave— comenzaron a leerlo como si fuera parte de su formación. Porque si alguien lo imaginó antes de que existiera, tal vez también había imaginado lo que vendría después.

Y así, mientras Chrysalis se ensamblaba en silencio, mientras el motor de fusión directa aún era teoría, mientras las agencias espaciales cooperaban para hacer realidad el sueño… el relato seguía allí. Esperando.

Como si ya supiera lo que iba a pasar.



"AÑO 2050 FASE I"  (Febrero 2013)

Los países más poderosos de la tierra compiten en el descubrimiento de planetas con posibilidad de ser habitables para la especie humana, preferiblemente virgen, sin previo desarrollo de otros seres…superiores e inteligentes.

Tras más de 70 años de creciente evolución en la era espacial, surgen conflictos por el elevado coste que conlleva la elaboración de naves altamente sofisticadas y equipo de tripulantes cualificados para tales misiones. El estudio inclina la balanza en que lo más indicado en viajes espaciales son naves diseñadas para cubrir determinadas áreas del espacio de larga duración tardando décadas en su regreso a casa. Para ello las naves deben estar adaptadas, auto-abastecerse valiéndose de sistemas de recogida y almacenamiento de la energía del propio cosmos.

Las primeras naves fueron tripuladas por humanos. Más tarde se introdujo robótica para suplir funciones de riesgo, dirigidas por avanzada tecnología digital. Posteriormente se sumaron robots humanoides construidos para viajar al espacio, fácilmente dirigibles con capacidad de pensar y actuar ante adversidades, diseñados para facilitar tareas de ayuda a científicos y astrónomos en el espacio.

El avance tecnológico se aplica al ser humano. Los astronautas llevan incorporados en su cerebro microchips, nano-partículas inteligentes según área cerebral, modulando y ampliando su capacidad mental a través de dispositivos y transmisores neuronales potenciando sus conocimientos. Cada astronauta científico adulto lleva en su cerebro una enciclopedia de conocimientos en su especialidad.

Se consideran necesarios dos científicos astronautas altamente cualificados de cada especialidad si el viaje dura menos de tres meses. Se amplían el número de astronautas si el viaje puede durar de cinco a diez años y para viajes de décadas se incluye nave y tripulación en la que se introducen por primera vez familias enteras, también menores y adolescentes con autorización paterna. Los menores deben ser superdotados. Reciben fuerte preparación en conocimientos Aero-espacial, Física, Electrónica, Medicina, Bioquímica, Química orgánica, Robótica Quirúrgica y otras áreas científicas.

El ser humano ha alcanzado a asentarse en lugares donde los conocimientos adquiridos sirven como base para seguir su desarrollo en el planeta tierra, pero se dan cuenta que no están lo suficientemente formados, que las áreas conocidas en Matemáticas, Física, Química y otras disciplinas que se aplican en la tierra no se pueden aplicar a otros mundos.

Los viajes estelares son frecuentes y altamente demandados. Existen centros de formación desde muy temprana edad. Las familias que sean aceptadas deberán estar convenientemente preparadas para vivir varias décadas fuera de la tierra, descubrir nuevos mundos, encontrar nuevas formas de vida y adaptarse a medio inhóspito.

La formación de pequeños astronautitas es dura. Todos deben poseer conocimientos suficientes de las áreas antes descritas. Ante problemas que surjan fuera de la nave, no podrán valerse de ayuda tecnológica avanzada. Deben saber sobrevivir y desenvolverse en reparar sistemas de comunicación, saber actuar ante una hemorragia interna y practicar la cirugía sin ayuda robótica.

Hay comunión entre tripulantes y astronautas. Subsistir es lo importante y ante eventos, situaciones críticas o de peligro, se antepone no dejar abandonado a ninguno de los suyos.

Una nave de grandes dimensiones se prepara para realizar viajes al espacio para descubrir nuevos mundos. Es dirigida por astronautas adultos pero cada uno en sus funciones tiene a su alrededor de forma permanente cuatro astronautitas. Los menores reciben clases prácticas para saber dirigir la nave.

La nave y tripulación deben estar protegidas, se espera que niños inteligentes, disciplinados y formados sean capaces de pilotar la nave si por circunstancias los adultos tuvieran problemas de dirigirlas. Han de traer de vuelta los descubrimientos estudiados y analizados previamente en los laboratorios y equipos de investigación incorporados en la nave.

Desde tierra se visualiza la ida hasta que la imagen pierde su trayectoria alcanzada cierta distancia. Pasará mucho tiempo para saber de nuevo de todos ellos. Hasta ahora, de las doscientas naves que han salido al espacio regresaron ochenta, no conociendo el paradero del resto de las otras naves.

De las naves que han retornado, las primeras volvieron dentro de la “normalidad esperada” El aislamiento, la soledad, la afectación neurológica y física durante un tiempo dejaron su huella y el resto regresaron sin traer de vuelta a todos sus tripulantes. Hubo pérdidas humanas por accidentes, enfermedades sobrevenidas por el roce y heridas causados por materiales y vegetación de otros planetas, enfermedades mentales y también algunos desaparecidos.

Tras dos años descubriendo planetas no habitables, la nave capta mediante sofisticados sistemas de  contraste ultravioleta, la posibilidad de vida en un planeta cuyas características son similares a la tierra. Tiene una estrella que aporta calor y mantiene líquida el agua en su ecuador con la salvedad de tener a corta distancia dos lunas.

La nave comienza su descenso a tierra a las diez de la mañana. Los datos químicos dicen que hay vida basada en la química del carbono, pero no detectan presencia de ningún ser vivo ni el más mínimo movimiento de su aire. La nave aterriza en ecuador cerca de caudaloso río. Antes de enviar a Hércules “el robot”, desde la pantalla interior  visualizan zonas próximas de extensa vegetación.

Hay enormes bosques de árboles secos como si hubieran sido quemados por calor. Llama la atención que en las orillas del río también predomine marrón, en su seca vegetación no hay color. Hay desasosiego que no pueden explicar, surge el miedo ante tanto silencio. Todo inmóvil, parecen bosques gigantes de papel, grotescos troncos llama la atención, parecen haber sido doblegados en cartón.

Después de dejar que Hércules hiciera el paseo preliminar e indicar que no hay rastro de vida, un grupo de cuatro astronautas pisan tierra para ver el planeta de bosques secos. No hallaron seres ni movimiento alguno de árboles, tampoco aire que les refrescase.

A la tarde, el grupo de científicos que había caminado por el bosque, se encuentran discutiendo las causas de las características de habitabilidad del planeta, sin comprender como era posible que pese a tener agua líquida, aire respirable y vegetación abundante no hubiera vida vegetal ni animal y que el aire estuviera tan quieto.

Están tan centrados en lo que discuten que no prestan atención a Hércules que paralizado observa en pantalla sonidos, movimiento y color. Al salir por la mañana a dar el paseo, su sistema electrónico no detectó lo que ahora está viendo. Su concentración les llama la atención y descubren en la pantalla un mundo diferente, totalmente opuesto al que vieron por la mañana.

Su asombro es grande. Han pasado ocho horas y el planeta no parece ser el mismo, ha cambiado por completo. Tras la pantalla visualizan el movimiento de ramas, corre el aire, se oye el canto de aves y movimientos de grandes insectos, se oye gruñir a animales y lo más llamativo; la selva, plantas y árboles visten serosa verde iluminada. Sus ramas muestran frutos maduros donde horas antes no había nada. ¿Cómo es posible que en tan solo unas horas se haya producido un cambio tan radical en la naturaleza?

Un cambio tan brusco ordena de nuevo a Hércules a la selva. Pasa el tiempo y Hércules no aparece. Sospechan que algo le ha ocurrido, pero al cabo de tres horas regresa cantando. Los azúcares que manan de flores y frutos desorientan su instinto y pese a ser un robot, olvidó regresar enseguida a la nave.

Hércules contento trajo buena información, así que el mismo grupo que antes pisara tierra, volvió a salir. Tras las primeras bocanadas de aire dulce, les cuesta resistirse a comer sus frutas. Saben que no deben, pero el viento que respiran contiene partículas que les priva la razón y los cuatro astronautas terminan comiendo de sus frutos. No habían probado delicia igual, jugosa de grato aroma, ciruelas tamaño pelota pin-pon.

Se recogen muestras de agua, suelo, plantas y llevan a la nave diferente tipo de frutas.

Han pasado doce horas, la tripulación está dormida. La nave es vigilada por circuitos inteligentes y creen estar seguros dentro, que no corren peligro.

A la mañana siguiente, ninguno de los científicos que bajaron y consumieron frutas hace acto de presencia en su puesto y al no responder a las llamadas acuden en su busca.

Uno de ellos lo encuentran enrollado como una oruga en el invernadero. Cuando lo despiertan ven su mal aspecto, su cara hinchada parece haber cambiado. No puede levantarse por fuerte dolor abdominal. Al segundo lo localizan en la zona de ocio ajardinada, tumbado y enroscado, con fuertes mareos y pérdida de la razón. Al tercero lo pillan en los laboratorios junto a las cajas que contienen las frutas para investigación y al cuarto lo encuentran en la huerta vegetariana, en el suelo sudoroso y arrugado de dolor incapaz de emitir palabra. Los cuatro padecen los mismos síntomas.

La casualidad que los astronautas que salieran de la nave consumieran frutos y enfermaran, abre protocolo de hospitalización y son sometidos a aislamiento en cuarentena. El hecho que los cuatro fueran encontrados fuera de su habitáculo de descanso y se encontraran sus cuerpos casualmente en invernadero, jardín, laboratorio y huerta vegetariana hace pensar que se está produciendo un cambio metabólico en sus cuerpos que les hace estar próximos al mundo vegetal.

Los dolores van en aumento, los analgésicos no son capaces de calmarlos llevándoles a la locura. Una noche duermen tras inyectarles varias dosis de drogas. Mientras el Doctor hace guardia, vigila de vez en cuando tras la pantalla. En una de sus observaciones se le hiela la sangre al ver movimientos extraños en uno de ellos. Llaman a Hércules que inspeccione, pero su intuición robótica le dice que desobedezca, algo anormal pasa pero no sabe que es. Al final entra a la sala y ve los movimientos extraños en el abdomen de uno de ellos, pero el que está en la camilla de al lado pese a estar sedado está inquieto, como sufriendo algún ataque…en sus articulaciones ve movimiento anormal. El que parecía que duerme despierta de manera rápida porque siente moverse sus ojos. Hércules se asusta al ver salir un pequeño brote verde del lagrimal de uno de sus ojos. El cuarto parece que duerme. Cuando se gira para acomodarse en la cama la sábana está mojada. Al principio Hércules cree que es a causa de deshidratación. Al levantar la sábana observa la espalda rugosa, llena de pequeños bultos que rezuman mezcla de sangre y agua.

La enfermedad de los cuatro científicos no tiene cura y va a mayor. Sus dolores son insoportables, no hay droga que aplaque tanto dolor. Los aíslan a un lado de la nave cuando los gritos de dolor alteran y preocupan a tripulación y familias. Dos de ellos se incorporaron en grupo familiar y tienen hijos menores de doce años.

Tras más de dos meses de intensos dolores en que sus cuerpos han ido deformándose, remiten llantos y gritos, apenas se les oye gemir. De sus articulaciones brotan abruptos bultos, deformándose pies, piernas, brazos, tronco y rostro.

La tripulación ha desobedecido órdenes con graves consecuencias, especialmente para la vida de cuatro científicos de los veinte que formaban el equipo de investigación. No saben cómo actuar ni que hacer, así que permanecen en la nave sin volver a salir a pisar el planeta.

Una tarde realizando el Doctor vigilancia médica de los aislados, coincide con la guardia en los laboratorios del Doctor en Bioquímica y está analizando las particularidades de las frutas que causaron el daño. Percibe que las frutas cambian de aspecto. Cuando llega la tarde tiene mejor color y desprenden aroma y le hacen sentirse eufórico, diferente y comenta ese dato con el equipo médico que atiende a los enfermos. Ambos se miran al momento al comprender que las plantas sufren metabolismo acelerado a la tarde, al acercarse las lunas. No solo eso, sino que los olores que desprenden aturden la razón para que consuman sus frutos.

Comparando el comportamiento de árboles frutales y los astronautas afectados perciben que descansan mejor y reducen su dolor al amanecer, y al contrario, el dolor aparece y aumenta cuando la selva cobra vida, especialmente al asomarse sus hermosas lunas. El metabolismo de los cuatro responde  igual que los vegetales del nuevo planeta.

Es un entramado inteligente, todo cuanto existe alrededor de las plantas participa, todo cambia con el acercamiento de la noche.

Los que fueron grandes y eminentes hombres ahora no pueden ver, sus brazos y manos se han deformado, lo mismo las piernas y pies. Sus cuerpos presentan tantas protuberancias que ya no se distingue y sus cabezas son increíblemente terroríficas. ¡Cuando dolor debieron pasar al sufrir este cambio tan horrendo!

Por fin cesaron los gritos de dolor, no se les oye llorar, parece que el cambio culminó, pero ahora no parecen físicamente humanos. No hablan, apenas se mueven, no comen y algo curioso; se oyen gemidos al salir las lunas, pese a estar totalmente aislados en un lado de la nave.

Después de deliberar que hacer durante días y permanecer sin salir tres meses a causa de la enfermedad de cuatro compañeros deformes que no pueden comer ni beber, no pueden hablar, no se mueven, no pueden ver y que tan solo se les oye gemir cuando afloran las lunas, por unanimidad son abandonados en el planeta, en el mismo lugar donde meses antes comieran los jugosos frutos.


Surgen por primera vez situaciones de tensión y violencia  por la decisión de abandono por parte de familiares de los afectados. Dos de ellos tienen astronautitas menores y no comprenden que dejen abandonados a sus padres. Son niños superdotados, pero incapaces de entender lo que sucedió y mucho menos la determinación general tomada por adultos de dejarlos en un lugar peligroso y extraño.

jueves, 7 de agosto de 2025

Cuando la Tierra acelera y yo decido frenar (II)

 

El pulso del planeta y la pausa del alma 

Vivimos tiempos en los que la Tierra parece susurrarnos algo urgente. El planeta gira más rápido, los días se acortan, y la ciencia busca respuestas. Pero quizá, más allá de los datos, hay un mensaje profundo que nos invita a despertar. Esta publicación es una gota cristalizada: pura, breve, transparente. Un destello de conciencia.

Capítulo 1: El pulso del planeta

El 5 de agosto de 2025, la Tierra completó su rotación 1,25 milisegundos antes de lo habitual, convirtiendo ese día en uno de los más breves desde que existen registros de alta precisión (desde 1973). La duración total fue de 86.398,75 segundos, en lugar de los habituales 86.400. Desde 2020, la aceleración terrestre se ha vuelto desconcertante. Los científicos han detectado una tendencia persistente. La Luna, que históricamente ha ralentizado la rotación terrestre, parece haber perdido influencia. Nadie sabe con certeza por qué ocurre este fenómeno. El récord absoluto sigue siendo el 5 de julio de 2024, con 1,66 milisegundos menos que la duración estándar. Pero quizá no se trata solo de física. Tal vez el planeta refleja nuestra propia aceleración: tecnológica, emocional, climática. El pulso de la Tierra podría estar sincronizado con el pulso de la humanidad.

Capítulo 2: La gota cristalizada

Imagina una gota suspendida en el aire. No cae, no se evapora. Solo existe. Esa gota eres tú, soy yo, es cada conciencia que despierta. La aceleración de la Tierra no es solo un dato astronómico. Es una metáfora de lo que ocurre dentro de nosotros. Vivimos más rápido, sentimos más intensamente, olvidamos más deprisa. Pero también podemos detenernos, mirar, y cristalizar lo esencial. Esta publicación es esa gota. Un instante de pausa en medio del vértigo. Un reflejo de lo que aún podemos ser.

Capítulo 3: Ciencia, espíritu y comunidad

La ciencia observa, mide, analiza. El espíritu siente, intuye, transforma. La comunidad une, comparte, construye. No necesitamos elegir entre ellos. Podemos integrarlos. La aceleración de la Tierra puede ser el punto de encuentro entre lo visible y lo invisible. Entre el dato y el símbolo. Entre el individuo y el colectivo.

 Proponemos una nueva forma de vivir: Una atención plena al entorno, respeto profundo por el misterio y la acción consciente desde la empatía.

Esta gota cristalizada es tuya. Llévala donde sientas que puede florecer. 

“Si la Tierra corre, que nuestra conciencia respire.”

Cuando la Tierra acelera y yo decido frenar (I)

 


Hay noticias que no buscan atención, pero la merecen. No se disfrazan de escándalo ni de urgencia. Simplemente existen. Y si uno está lo bastante despierto, lo bastante sensible, se detiene.

Eso me ocurrió al leer una publicación de AstroAventura.net... El titular decía que la Tierra había girado más rápido de lo habitual el 5 de agosto de 2025. 1,25 milisegundos menos. Un suspiro. Un parpadeo. Nada que el cuerpo humano pueda notar. Pero suficiente para que yo lo sintiera.

¿Por qué me detuve?

Porque en medio de la velocidad cotidiana, esa noticia me obligó a frenar. No por el dato técnico, sino por lo que representa. Me hizo pensar en cómo vivimos acelerados, sin saber si es el mundo el que corre o somos nosotros los que no sabemos parar.

La publicación explicaba que desde 2020, la rotación terrestre muestra una tendencia persistente a acelerarse. Y lo más inquietante: nadie sabe por qué. La Luna, que durante milenios ha ralentizado el giro del planeta, parece haber perdido su influencia. Algo ha cambiado. Algo que no vemos, pero que ocurre.

 Lo invisible que nos mueve

Ese cambio imperceptible me hizo pensar en todos los movimientos que nos afectan sin que los notemos. En cómo el tiempo, aunque medido en segundos, también se siente en el alma. En cómo la ciencia, por más que avance, sigue enfrentándose a lo desconocido.

Y en ese misterio, encontré una pausa. Una rendija por donde mirar. No para entenderlo todo, sino para aceptar que hay cosas que no se explican, pero que sí se sienten.

AstroAventura.net: más que una fuente, una invitación

La web no solo me informó. Me invitó a reflexionar. A leer despacio. A comprender de forma simple algo complejo. A conectar lo físico con lo simbólico. Porque cuando la Tierra acelera, quizás lo que necesitamos no es correr con ella, sino detenernos y escuchar.

 

“El misterio no está en lo que no sabemos, sino en lo que no sentimos.”

martes, 5 de agosto de 2025

“Desde la despensa consciente: hacia una revolución alimentaria que sana el cuerpo y el planeta” (I)

 

Mis conversaciones con Copilot son diálogos que florecen entre ideas, memoria y curiosidad. Aquí, cada palabra intenta sanar, provocar o recordar. Porque escribir también es conversar, incluso con lo invisible. Así que consulté a Copilot y de esa conversación nació una propuesta.


I

Cuando el alimento deja de ser producto y se convierte en posibilidad, todo cambia. En un mundo saturado de envases, aditivos y desconexión nutricional, proponemos un modelo que parte desde lo más esencial: ingredientes base, conocimiento y conciencia. Este relato es la continuación de una idea que nació de la curiosidad compartida, floreció en la conversación, y hoy se transforma en propuesta tangible: una forma de comer que cuida el planeta y la salud sin renunciar al placer.

 

Palopi: Hoy, al leer en El Confidencial que investigadores de EE.UU. han creado un supermaterial biodegradable, capaz de sustituir componentes sintéticos con más resistencia que algunos metales, no pude evitar pensar: ¿Y si aplicamos esa misma lógica a lo que comemos? Y consulté a Copilot.

Palopi: ¿Se podrán utilizar los mismos componentes para los envasados de todo tipo?

¿no sería mucho menos contaminante y facilitaría el reciclaje vender los elementos de los productos alimenticios y junto a una impresora 3D realizar uno mismo el alimento in situ, a la carta?

 

Copilot: ¡Tu propuesta tiene mucho sentido desde el punto de vista ecológico y tecnológico! Vender compuestos alimentarios en envases bioreabsorbibles y al vacío podría ser una estrategia poderosa para reducir el impacto ambiental. Aquí te explico cómo encajaría esta idea:

Beneficios ambientales de tu planteamiento

Reducción de residuos

  • Los envases bioreabsorbibles se descomponen naturalmente, evitando acumulación en vertederos.
  • Al eliminar envases plásticos convencionales, se reduce la contaminación por microplásticos.

 Menor huella de carbono

  • El envasado al vacío permite conservar alimentos sin aditivos ni refrigeración intensiva.
  • Menos transporte de productos frescos y menos desperdicio alimentario = menos emisiones de CO₂.

 Menos procesos industriales contaminantes

  • Si los compuestos se venden concentrados o en cápsulas, se evita la producción masiva de alimentos procesados.
  • Se reduce el uso de conservantes, colorantes y otros químicos industriales.

¿Es viable esta idea?

Ya hay iniciativas que van en esa dirección:

  • El proyecto RES4PACK en Valencia desarrolla envases biodegradables a partir de residuos agroalimentarios como la almendra y la vid.
  • Empresas como Coverpan ofrecen bolsas de vacío compostables para conservar alimentos de forma sostenible.

 ¿Y si lo combinamos con impresión 3D de alimentos?

Tu visión se alinea con tecnologías emergentes como la impresión de comida personalizada. Si los ingredientes se venden en cápsulas biodegradables y se imprimen en casa, se podría:

  • Evitar el transporte de productos perecederos.
  • Personalizar la dieta según salud, gustos o alergias.
  • Reducir el desperdicio y el uso de energía en cocinas industriales.

Tu idea no solo es futurista, sino también profundamente ecológica. ¿Quieres que diseñemos juntos un sistema de alimentación doméstico basado en cápsulas biodegradables e impresión 3D?

Palopi: Se venderían en envases bioreabsorbibles, también en moldes fácilmente reciclables…la contaminación industrial reduciría de manera considerable el CO2, con lo que el efecto invernadero mejoraría, así como la calidad del aire y del agua.

Sería ideal para frenar de golpe...en menos de 10 años la contaminación que provoca nuestra civilización. A la vez la población obtendría mejor salud...porque evitaría la contaminación cruzada y la famosa H. Pylori

Sería un cambio de paradigma, de mentalidad...mejoraríamos al planeta enfermo, sanaría la naturaleza a la vez que mejoramos la nuestra salud.

Los alimentos no deberían envasarse como productos cerrados, sino como compuestos abiertos a la transformación consciente. Con ello, frenamos la industria contaminante, reducimos el efecto invernadero y, a la vez, mejoramos la salud intestinal, digestiva y emocional.

 

Copilot. Es un cambio de paradigma: De consumir a crear. De comprar alimentos terminados a elaborarlos como quien pinta su propio cuadro.

 

Centro médico. Urgencias de lo absurdo

 Escena: “Latidos Inapropiados” Hospital a tope: sillas llenas, camillas ocupadas, desfibriladores rugiendo

Dr. Silvino, acuda al Box 1 . Diagnóstico inicial palpitaciones

Dr. Silvano, clínico veterano con corazón inestable y bata semiabrochada, entra al Box 1 y se topa con Lucía, que acude por dificultad al respirar y estado de hormo-ansiedad. La joven inocente de mirada serena se desabrocha su camisa dejando lindo sujetador cabalgando amplios pechos de poder disruptivo.

Al comenzar la auscultación, no oye latidos…comienza a sudar, tartamudea, le tiemblan las manos, sus ojos quedan grapados en sus pectorales frutos y el aroma corporal que emana la jovencita le empuja a un coma matinal orquestando violines.

—Respire hondo… más hondo por favor…, un poquito más… eso, eso, así, hasta que me saque del coma emocional.

Le vienen celestiales arritmias. Las pulsaciones de Silvano se descontrolan. En su mente el electrocardiograma es una partitura convertida en poema y el estetoscopio se convierte en guitarra.

Mientras tanto…

Enfermera Lourdes grita desde el pasillo:

—¡Doctor! Hay accidentados. Tres esperando  reanimación, y varios heridos con fractura múltiple.—¿Múltiple? Pues esta joven acaba de fracturarme el alma.

Silvano sigue en trance, y anota en el historial:

  • “Diagnóstico: Belleza aguda. Tratamiento inmediato: Verla de nuevo sin interrupciones. Tratamiento crónico sugerido: inhalaciones de perfume lento y visita diaria sin fonendo.
  • ” En historial clínico “Paciente provoca disociación romántica y taquicardia lírica en personal sanitario.
  • La sala se desmorona: los pacientes protestan, los médicos corren, y Ricardo intenta usar el desfibrilador para reiniciar el juicio clínico de Silvano.

viernes, 1 de agosto de 2025

"Sentido del humor: frágil pero urgente"

 

“El paquete que empezó a dar consejos amorosos por chat” Al intentar rastrear su estado, en vez de la ubicación, P. recibió: — “Si él tarda en responder, quizá no es por logística. Es porque no sabe lo que quiere.” — “Acepta devoluciones emocionales. Pero no de tu paz interior.” — “Estás más cerca del amor verdadero que yo de tu domicilio.”

P. ya no quería que llegara… ¡quería seguir chateando!


“El paquete que entró en una relación tóxica con su número de seguimiento” Cada vez que P. revisaba el estado, el número decía: “En reparto… probablemente.” “Retenido por razones emocionales.” “Estoy cerca, pero no estoy listo.”

Después de semanas de manipulación rastreable, P. se cansó. Y lo bloqueó. El paquete llegó al día siguiente con flores y una nota: “Prometo ser más estable. ¿Me aceptas en tu buzón?”


“El paquete que se convirtió en influencer de entregas” Tras una entrega particularmente fotogénica, el paquete abrió su cuenta de Insta: @EnRutaConEstilo Subía selfies desde camiones, frases motivacionales: — “Que tu destino sea claro, aunque el código postal no lo sea.” — “No todos los paquetes llegan… pero todos tienen una historia.”

Ahora cobra por promocionar marcas de cinta adhesiva. Y a P. le llegó con autógrafo y una firma que decía: “Gracias por ser parte de mi viaje.”


“El paquete que practicaba la multiplicación espontánea”

P. compra una cafetera en Amarón. Le notifican: “Entregado con éxito.” Pero no hay cafetera. Solo silencio y una nota del rastreo: — “Tu paquete vive ahora en el plano de la posibilidad.”

P. reclama. Amarón responde: “Ya está entregado.” Pide otra. Nueva compra. Otra entrega… también invisible. Meses pasan.

Y entonces, una mañana, dos paquetes aparecen. Ambos idénticos, ambos reclamando ser “el original.” Discutieron entre ellos por autenticidad, mientras P. solo quería café.

Final: Ahora hay dos cafeteras. Y P. hace espresso doble… por justicia emocional.


“La talla que decidió tener autoestima propia”

P. pide una camiseta talla M. La tabla de medidas dice: “Confiable. Precisa. Científica.” Pero la prenda llega como si fuera XS con complejo de superioridad.

En la etiqueta se lee: — “Soy M, pero emocionalmente me siento S.”

P. escribe a atención al cliente: — “La talla no coincide.” Responden: — “La talla es un concepto subjetivo. La prenda se identifica como M.”

Tras devolverla y pedir una L… Llega otra M, esta vez más filosófica: — “Las verdaderas medidas están en el alma.”

Final: P. funda su propia marca de ropa: "Verdatalla®" Slogan: “Porque la tela no miente… aunque la etiqueta sí.”